Remoloneaba tardes atrás por la librería que está en los bajos del Círculo de Bellas Artes, en Madrid. Una librería espléndida, delicada; filial, creo de la mítica Antonio Machado. Estaba esperando a que Heptafon apagase los motores de su despacho en un Banco cercano y se bajase a tomar conmigo unos gintonics Ten demediados en la agradable terraza del Círculo. De mi paseo por la librería acabé con una docena de títulos nuevos en la cartuchera: que si Campo de guerra, que si el Caravaggio de LA de Villena, etc, etc. Cuando fuí a pagar comprobé que, como de costumbre, había comprado demasiado y retiré del botín un libro de poemas titulado El amor en los sanatorios, de un poeta zamorano, Jose Angel Barrueco. Yo no sabía nada del autor pero hojeando el texto ví dos o tres versos que me llamaron la atención y lo metí en la bolsa. Cuando le dije a la joven chica que me estaba cobrando que lo dejaba, lo miró con cierta tristeza y me dijo: "Pues debería usted llevárselo, porque es una delicia de libro: es un poemario tiernísimo en el que el autor describe con mucha sensibilidad los meses que pasó en el hospital acompañando a su madre en la Muerte y disfrutando de la llegada de su primer hijo a la Vida. De hecho, el libro lo dedica a su madre y a su hijo, que se cruzaron en algún punto entre la Vida y la Muerte; lléveselo, de verdad, no se arrepentirá" insistía con cierta vehemencia. La chica era una jovencilla de unos 20 años, de pelo a lo garcon, teñido de rubio, con un leve piercing en las orejas y con una camiseta negra muy fina con una inscripción en francés que decía "Je suis ici".
El caso Spengler
Hace 4 horas
Estamos bajo mínimos. Ni el acostumbrado "buena suerte".
ResponderEliminarbuenas noches y buena suerte
ResponderEliminarMuy bello.
ResponderEliminarvinyoles
El paso del tiempo me tiene acojonada. Se van a cumplir ocho años desde que Sarapo visitó por primera vez el Aguaviva.
ResponderEliminarhttp://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=7086
ResponderEliminarQué fuerrrrte, pero ye así.
y que lo digas¡ volvimos en semana santa y volveremos en breve. una delicia.
ResponderEliminargregorio moran: no ye asi.
ResponderEliminarAGUAVIVA Y LA BODEGUITA UGA, bondad divina
ResponderEliminarH.U.C.A.: veni, vidi...y quise salir corriendo
ResponderEliminarvinyoles
Muy interesante el artículo de Gregorio Morán.
ResponderEliminarvinyoles
El HUCA ye muy guapo. Como centro comercial.
ResponderEliminarM.A.
Entusiasmo. Más fuerte que el conocimiento. Fue la emoción quién vendió el libro.
ResponderEliminarCalcañera
Me encantaría que perdiera Brasil.
ResponderEliminarP.
Me encantaría que perdiera Brasil.
ResponderEliminarP.
Buenooo. Visto lo visto,
ResponderEliminarVoy a pedir que me toque la lotería.
P.
Pero que tonto eres A-nonimo. ¿No tienes otra cosa que hacer que meterte conmigo?
ResponderEliminarP.
No.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarSin embargo se permiten los insultos.
EliminarP.
Mañana me levanto a las 5. Qué hostias hago viendo el peor partido del siglo? ¡Si el mejor es Marcherano!
ResponderEliminarM.A.
Ah, perdón, no había visto que habías borrado el simpático comentario del anónimo antes conocido como Foca.
ResponderEliminarP.
P., pasando.
ResponderEliminarTe equivocas, no tengo ningún problema en llamarte gilipollas firmando como lafoca, pero yo no he sido.
ResponderEliminarMira, el gilipollas... Si, mejor pasar.
ResponderEliminarP.
Sarapo, guapo, cambia de post.
ResponderEliminarvinyoles