LA PLAYA EN PAZ

Excelente artículo de Jose Luis Pardo sobre Slavoj Zizek, the so-called "filósofo viral".  "Desmontando a Zizek" es uno de los artículos del año. Por su brevedad, por su rigor, por su concisión, por su taxonomía de los problemas de esta época, por su valentía y porque lo escribe Jose Luis Pardo, tal vez, actualmente, el más sólido de nuestros pensadores. También me gusta el artículo de Pardo, porque agarrándose las tripas, reconoce que las antiguas fuentes del conocimiento ya no son lo que eran, ya no infunden respeto. Algo ha pasado para que ahora la basura sea tan hermosa...


Dado que Zizek presume de lacaniano supe de él hace algún tiempo. Les ahorraré las sensaciones del descubrimiento. Ahora bien, me sorprende que en la mayoría de las biografías de Zizek, y en el artículo de Pardo se eludan sus relaciones con Argentina, donde durante el kirchnerismo se han editado muchos de sus libros. Y me sorprende aún más que nadie hable apenas de sus contactos con el Uruguay de esa bondad de hombre que ahora es José "pepe" Mújica, exguerrillero tupamaro. A ver, periodistas. Googleen: "Zizek y Topolansky". A ver que sale.  ¿O aún hay quien piensa que Uruguay lo gobernaba todo Mújica desde su casa? Cierto que Uruguay ha experimentado una mejora social importante y que hay iniciativas interesantes. No vamos a negar que de su conflicto con Argentina ha hecho una buena caja. Y que Venezuela les ha ayudado mucho. Vamos, que han jugado bien sus cartas. 
Es llamativa la tolerancia con ciertas imágenes de la prensa. El blanqueo mediático de Mújica ha sido impresionante. Un modelo a seguir, una referencia ética. Si quiero seguir a alguien ya tengo a mi admirado Diego Gracia: "Vive frugal y piensa global", escribió hace años. Como si nada. Lo escribió en el ABC, claro.....
Por cierto, el presidente de Uruguay es un médico oncólogo. ¡Con lo caros que son ciertos fármacos! Me gustaría saber como gestiona este tema en su país. Lo desconozco todo. Nadie me cuenta nada.





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Luz Sánchez-Mellado escribe sobre "vientres de alquiler".  Entre el fragor de la manada llega a decir que "Gestar es el único poder exclusivo de las mujeres", confundiendo claramente un rasgo distintivo de especie con una cualidad específicamente humana.  Uno, que tiene a las mujeres en mayor estima, pensaba que eran más específicamente femeninos el pensamiento y el lenguaje. Por ejemplo. Y por no traer a colación que la eyaculación, tan masculina, no es más que un acto reflejo que provoca una contracción de las vesículas seminales. Como lo son la gestación y el parto, puros y duros procesos cargados básicamente de instintos animales. Tan llenos van de reflexología que en los años 50 se puso de moda en Europa el "parto sin dolor". Porque una adecuada profilaxis del dolor en el parto es posible hacerla con cuatro tardes de entrenamiento que cambien la codificación de las señales nerviosas que van del útero al cerebro.
Pero el problema de la autora es otro. Porque si critica la GS debiera hacerlo también con las adopciones. Y eso no lo hace. El problema de la autora es el dinero. La "sagesse de l´argent", que tan magistral y provocadora mente ha escrito Pascal Bruckner. Y no le demos más vueltas. El altruismo existe. Es una conducta animal. Ni siquiera específicamente humana. Lo que hay que tratar es de que entre los altruistas no se nos cuelen los gorrones.


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"Pero yo solo he visto gente muy obediente hasta en la cama....
Gente que tan solo quiere, su pan, su hembra y su playa en paz......."





El misterio de la vida humana lo explicó el Arcipreste de Hita ("haber mantenimiento y ayuntamiento con hembra placentera..."). Según una amistad de las pocas que me quedan, lo del mantenimiento, tan prosaico, es para coger fuerzas y seguir follando. También Javier Krahe aconsejaba "tomar alimentos" a los cuerpos más calenturientos.
Luego, vinieron los de Jarcha. Tuvo que llegar Mishima y abrirse el alma para remover el paradigma: 
"Siendo el corazón tan misterioso como es, cuanto mas daño se hacían, con mas seguridad aproximaban sus corazones."



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Mientras me deleito mordisqueando un exquisito bombón del Piamonte, releo a Jaime Gil de Biedma: "Quizá, quizá tienen razón los días laborables...".



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24 Responses to “LA PLAYA EN PAZ”

  1. Excelente entrada. Y muy bueno también el artículo de Espada.
    Creo que hoy no escribiré nada. Domingo solitario en la playa. Bajaré al bar a comer paella. Me gustaría verme desde fuera. Un tipo que come solo un domingo debe inspirar a la fuerza algo parecido a la ternura, pero puede que sólo sea rechazo. Quizás sólo dependa de la camisa que elija.

    viejo Casale

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  2. Nunca comerás paella solo, Rafa, amore. Has conseguido acabar con mi colección de camisas de manga corta a cuadros. Ahora las llevo de topos de colores.

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  3. Sarapo, estás en una segunda juventud.
    ch

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    1. Coño, ¿Y eso? Desconocía yo ese dato... Pero viniendo del mejor Médico de Familia de Avilés, me lo creo...

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  4. Bien, creo que voy a dar un paso más. Corregiré la novela, la entregaré y me olvidaré de ella. Releyéndola estos días he descubierto lo lejos que estoy de su contenido, lo poco que me afecta su recorrido, la maravillosa distancia que he logrado activar. Intelectualmente soy un tipo mucho más sólido y abierto que el narrador de esa cosa sentimental y lacrimógena que reordena una ciudad que hace demasiado tiempo que dejó de interesarme como tema. Estar de vacaciones me ha permitido ver con claridad algunas cosas. Ahora el azul del mar es el azul del mar. Desde este sillón que da al hueco de mediterráneo que me pertenece cuento 7 palmeras y 19 moreras. Después de comer he caminado un poco hasta el Paseo. En la terraza de lo que algún día fue el garito del Movidas Guapas he tomado café y he leído a Leautaud. Como llevaba una camisa azul de lino bastante molona se me ha acercado un intelectual con peluca versallesca. No hablo francés, le he dicho. Estaba justo ahí, en ese instante en que el joven Paul escribe que la sinceridad sólo tiene sentido con uno mismo. Con los demás carece de interés e incluso es ridícula y torpe. No puedo estar más de acuerdo.

    viejo Casale

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  5. Siempre me ha gustado comer solo, sobre todo en los bares donde nadie me conoce o donde sí me conocen, pero no mucho. Es lo mismo que ir al fútbol. O de putas. Esas 3 cosas hay que hacerlas solo. Esos hombres que van juntos al puticlub me parecen unos cobardes y unos depravados. Creen que ir en grupo les disculpa. Son las malas compañías, son las malas compañías, se justifican. Miserables. Sólo admito la compañía en el cine. En el cine da igual si vas solo o acompañado. Ultimamente prefiero incluso ir acompañado. Así, cuando empiezo a roncar, hay un codazo amigo que me despierta.

    viejo Casale

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  6. Consejos y salud
    La gente piensa que es mejor ser guapo. Pero yo discrepo. Cuando yo lo era y pesaba 15 kilos menos estaba siempre demasiado solicitado. No tenía tiempo para leer, ni para escribir, ni para pensar. Era un coñazo. Si a los 25 años hubiera sido un gordo haría sería un gran escritor, seguro. En aquella época no estaba preparado para responder a las expectativas ajenas. Sufría mucho. Me enredaba en historias que no tenían más valor que aumentar mi cotización en el mercado de los cretinos. En el fondo, yo ya era un ser moral, con escrúpulos, que no quería herir a nadie. Empezar a engordar fue mi defensa contra ese mundo. Ser gordo es una manera de defenderse. Has engordado, decían. Y ya no me llamaban más. Descubrir que ser gordo me haría llevar una vida tranquila y sin complicaciones fue un gran paso hacia la serenidad. Ahora es la doctora la que me exige que adelgace 15 kilos. Bien, lo haré, pero antes necesito quedarme calvo y que mis ojos pierdan el brillo. Necesito ojeras, arrugas, una vejez prematura. Si pierdo 15 kilos ahora, en estos momentos en los que todavía puedo jugar en la liga de los fofisanos resultones, las mujeres volverán a llamar a mi puerta y mi vida será un infierno. Así que no, seguiré siendo gordo. Al menos hasta que cumpla los 60. Luego ya me pondré a dieta. Cuando ya no importe nada y la invisibilidad llegue por su propia lógica.

    viejo Casale

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    1. Rafael, tu tirón está en el pelazo y lo que hay debajo. Olvida otros tambores....

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  7. coño Sarapo, que no es Rafael, que es Casale quién habla. No le eche.

    viejo Casale

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  8. Casale, no me gusta comer solo; desayuno y merienda, bueno; comida y cena, nunca. Si es en un bar menos aún. Comí en ellos cuando pasaba hambre y la vida era un mareo de horarios, dolores de estómago y hemorroides sangrientas. La fisiología de lagartija, la bohemia y el mal administrado escaso parné de los tiempos de formación me llevaron a querer ser un burgués. Tonterías las justas. Mi estabilidad matrimonial debe mucho a ese comer y cenar juntos; el resto del día cada uno a lo suyo. Pero, en tratándose de amantes no soportaba verlas comer. Mear sí, fíjate, sería por lo de la delgada miel trémula Nerudiana. Ahora, lo que es comer, de ninguna manera. Atacar una boca tras zamparse un bocadillo de atún con olivas no podía. Perdí varias opciones de estabilidad por aquello. Al baño sí, a la cocina no. ¡Qué disparate!

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    1. Cat.....


      "Daría este viento del mar gigante por tu brusca respiración
      oída en largas noches sin mezcla de olvido,
      uniéndose a la atmósfera como el látigo a la piel del caballo.
      Y por oírte orinar, en la oscuridad, en el fondo de la casa,
      como vertiendo una miel delgada, trémula, argentina, obstinada...."




      Por oírte orinar al fondo de la casa.... ¡Qué grande!

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  9. comer y leer el periódico en bares sin pretensiones es uno de los placeres supremos. Cenar depende. A veces, entre semana, cenar solo por ahí también tiene su aquel. La clave, creo, reside en saberse novela andante. Rular y rular apurando la panorámica.

    viejo Casale

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    1. Ni lo dudo. Son hábitos que me cargo con gusto.

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  10. voy a cambiar de registro.

    viejo Casale

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  11. Acojonante lo que dan de sí las camisas de manga corta.

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  12. Hay días prolíficos. En menos de 5 minutos me he tropezado con uno cuyo padre mató a su madre y a otro que dejó embarazada a su cuñada estando su propia mujer a punto de dar a luz. Ya no recordaba el impacto melodramático que supusieron ambos incidentes en la calle. Es como si todo se hubiera normalizado de una manera amable y positiva. O no, no lo sé. Desconozco los detalles, las intimidades, el peso real que soportan. Si sé que el hijo del padre asesino tiene una mirada más limpia y serena que la del tipo cuyas hijas son al mismo tiempo hermanas y primas hermanas. Puede que ahí haya una novela, pero en el fondo es una historia sin recorrido. O con el mismo recorrido que cualquier anécdota donde pongamos el foco con determinación. Las historias generan tanta pereza como incomodidad. No son los hechos anómalos los que me interesan. En realidad, es el fogonazo casual de tropezarme con ellos lo que me ha llamado la atención. Al margen de eso, la mañana es festiva y mis preferencias van por otro lado. Me voy a nadar.

    viejo Casale

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  13. Soñando esta noche he llegado a un sitio lleno de mis muertos. Los veía en blanco y negro con una claridad y nitidez que ahora no soy capaz despierto. Supuse que estaba muerto. A quien más gusto me dio volver a ver es a la Niñera de mi madre y sus hermanos que conocí de cocinera. Vivió en el Cabañal sus últimos años.

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  14. en la orilla, desnudos que colapsan. Aprender a mirar sin que se note, el trabajo del viejo verde.

    viejo Casale

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  15. Casale, eso me recuerda a un poema de Carmelo Iribarren. El hombre, luego, empieza a escarbar con un bastón en la arena, como si quisiera remover algunas brasas...

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  16. Leautaud.... puede llegar a hundirte la vida. Un hijo de puta y actor, toda la vida entre putas o mantenidas. No entiendo que coño puede saber del amor un tipo que parece El Arropiero.

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  17. Es como Josep Pla. Hablando sobre el amor se contradice mil veces. Tantas como se corrige.

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  18. Joder, yo me contradigo todo el tiempo. Es cosa del vivir. He visto Cartas de guerra, la peli basada en textos de Lobo Antunes. Eramos dos personas en la sala. Al acabar nos hemos ido a tomar algo a un garito donde sólo estaba la camarera.

    viejo Casale

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