Los psiquiatras de Obama. (para La Nueva España)

El Javits Center es un mastodóntico y rutinario centro de convenciones de Manhattan, New York City, situado en la avenida 11, a la orilla del río Hudson, en la zona que tiempo atrás se denominó “Hell´s Kitchen”, el barrio pobre y sucio donde según Mario Puzo vivió Vito Corleone al llegar de Sicilia,  donde crecieron Robert De Niro y Sylvester Stallone, y que fue construido  y manejado por empresas presuntamente vinculadas a la Mafia durante los años ochenta del siglo pasado.
El Javits Center acogió, entre el 7 y el 11 de Mayo, la 167ª edición de la Convención anual de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) que reunió a cerca de 20000 especialistas de todo el mundo, principalmente de Estados Unidos y Canadá.
La Convención de este año tenía el interés añadido de que, junto a las inevitables ceremonias de canonización del controvertidísimo y farragoso DSM-V, la conferencia estelar iba a ser pronunciada por el Vicepresidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden
Y así sucedió. El pasado 8 de mayo un sol de justicia atizaba “La cocina del infierno” cuando, sobre las tres de la tarde, el congresista Patrick Kennedy, hijo de Ted Kennedy, irrumpió a grandes pasos en el estrado del gran salón de actos  donde le esperaba el Dr. Jeffrey Liebermann, presidente de la APA. Instantes después  un gigantesco cañón de luz  y las cámaras de televisión se volcaban para seguir la incorporación a escena  del Vicepresidente Biden, como sucede en tantos capítulos de El ala oeste de la Casa Blanca, mientras el  público, más de 10000 psiquiatras asistentes, se levantaba para aplaudir su llegada. Tras una breve  presentación de ambos por parte de Libermann, Patrick Kennedy, orador vibrante y apasionado, recordó el papel de su padre y de Biden en la génesis de la Mental Health Parity Act de 2008 que motivó importantes avances en la atención a la salud mental, tan maltratada en los últimos lustros. Y, con una aroma inequívocamente americano, reconoció que los problemas que él mismo sufrió con las drogas y el alcohol están tras su intensa implicación en la mejora de la asistencia psiquiátrica. Un breve arreón de arengas socialdemócratas del sobrino de JFK sirvió para presentar a Joe Biden, que llegó muy tranquilo, con su eterna sonrisa siempre a punto. Biden se desplazó aquella tarde a Nueva York para explicar en qué iba a consistir la importante ampliación de la cobertura a los enfermos mentales prevista en el Obamacare y para presentar un ambicioso proyecto de investigación encaminado a una mejor comprensión del cerebro en las enfermedades mentales (proyecto BRAIN). Lo más importante no fue el goteo de cifras para cuantificar la aportación que iba a ir a cada campo,  ni que repitiese varias veces que el interés del Gobierno era volver a reabrir los centros de salud mental y los equipos de tratamiento asertivo comunitarios cerrados en las últimas décadas, sino la declaración de que la Administración Obama había decidido erradicar con toda firmeza cualquier asomo de discriminación hacia los enfermos mentales y que la lucha contra la estigmatización social del enfermo mental debía ser el pilar básico de la ansiada transformación de los servicios psiquiátricos.  Biden, que mostró un ánimo muy compasivo con los enfermos y sus familiares, reconoció que "América está herida, que América tiene un grave problema con el consumo de drogas, con los trastornos mentales graves, con los problemas psiquiátricos que sufren quienes vuelven de la guerra, con los trastornos autistas en niños y adolescentes, etc.". Y desde una humildad extraña en un político de su nivel encaró al auditorio: "América les necesita, y les necesita con urgencia y necesita muchos más psiquiatras que los que hay hoy día". Una cerrada ovación por parte de un público entregado, como suele suceder en tantos episodios de El ala oeste de la Casa Blanca, puso fin al discurso de Biden.
A mí todo aquello me parecía casi inaudito: poco más de 50 años después de que John Fitzgerald Kennedy promulgase la Community Mental Health Act (1963), eslabón clave en el crecimiento y difusión mundial de la psiquiatría comunitaria, otro Gobierno estadounidense venía a decir que lo ejecutado durante estos años no había sido para bien y que no había otra opción que volver a apostar por el entramado que forman los servicios de salud mental comunitarios como medio de velar por la dañada salud mental de tantos norteamericanos. Eso, claro está, sin renunciar a todos los avances que puedan surgir de la investigación de las bases cerebrales de la enfermedades mentales.
Pues el caso es que mientras los Estados Unidos de América le declaran la guerra a la discriminación del enfermo mental, la situación en España amenaza con ser la contraria. Según denuncian tanto la asociación de familiares FEAFES como varias asociaciones profesionales (FEARP, AEN) y asociaciones de usuarios, el Proyecto de reforma del Código Penal que prepara el actual Gobierno de la nación incluye una serie de intervenciones catalogadas como "MEDIDAS DE SEGURIDAD" que son altamente estigmatizantes y discriminatorias para los enfermos mentales y personas que sufran alguna discapacidad intelectual.  La clave está en la intención de los reformadores de coser el concepto "peligrosidad" a la piel del enfermo cuando es sabido que dicho concepto no pertenece ni a la clínica ni a la psicopatología sino que crece con suma facilidad en las procelosas aguas del prejuicio y el rumor social. De la evaluación psiquiátrica de dicha peligrosidad colgarían, si se aprueba el citado Proyecto, una serie de medidas que acercarían al enfermo más al mundo penal que al de la rehabilitación social con un importante retroceso en los derechos alcanzados por los enfermos y sus familias. Mientras más pensaba en nuestra miseria española más ganas me daban de quedarme, como diría Julio Camba, "un año en el otro mundo, en la ciudad automática".
Espero que la nueva transformación de la psiquiatría norteamericana evite caer en lo que Peter Tyrer-editor de la prestigiosa revista British Journal of Psychiatry- llama “la osificación centrocéntrica de lo comunitario” y apueste por los tres dispositivos que, según el propio Tyrer, son el futuro y la salvación del modelo comunitario: los equipos de tratamiento asertivo domiciliario, los equipos de intervención precoz y los equipos de resolución de crisis, todos ellos de marcado carácter móvil.

El sol seguía sacudiendo a conciencia las orillas del Hudson, tan lorquiano aún, cuando a media tarde el Vicepresidente Biden abandonó el Javits Center. A fin de cuentas,  lo que acababa de contemplar con mis propios ojos, solamente había sido  una conferencia propagandística de un político. Nada serio. El tiempo dirá cuánto de lo que Biden prometió a manos llenas será llevado a cabo, pero yo salí convencido de la viabilidad de lo que allí se había dicho.. No sé por qué me resultan mucho más verosímiles e interesantes los políticos norteamericanos que los españoles. Y en cuanto pude, me puse a ver de nuevo el primer capítulo de El ala oeste de la Casa Blanca.

This entry was posted on lunes, 2 de junio de 2014. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

38 Responses to “Los psiquiatras de Obama. (para La Nueva España)”

  1. Interesante el perfil de votantes de Podemos. Nada de jovenzuelos con pendientes ni antisistemas: entre treinta y cinco y cincuenta años. Es decir, votantes habituales de Izquierda Unida y Psoe. Esto da un vuelco a las perspectivas electorales. Normal que en el psoe e iu estén preocupados. La fosilización es lo que tiene.
    P.

    ResponderEliminar
  2. Magnífico artículo, Sarapo.
    vinyoles

    ResponderEliminar
  3. Sin duda la coronación de Felipe VI dará estabilidad y unidad a España a la par que un impulso a la economía. En este contexto sería ridículo cambiar de gobierno el año que viene.
    vinyoles

    ResponderEliminar
  4. ¡Qué me aspen!

    El País ahora mismo sobre la Reina Letizia:

    "La futura reina renunció a una prometedora carrera periodística para casarse con el Príncipe Felipe."

    vinyoles

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también me he reído al leerlo.
      P.

      Eliminar
    2. El País corrige hoy:

      "Letizia Ortiz renunció a su carrera periodística para casarse con el Príncipe"

      Eliminar
  5. No, si al final Rubalcaba tardará en irse más que el rey.
    P.

    ResponderEliminar

  6. Me estoy imaginando a Mota imitando a Rubalcaba. "No, si yo me iría, pero irse para nada es tontería".
    P.

    ResponderEliminar

  7. La cocina del infierno era el título de una novela de Sylvester Stallone, que confieso leí, no se, a los trece años, quizás. Me gustó. Contaba la historia de tres hermanos de ese barrio, Hell's kitchen. Aprovechó elementos y personajes para la peli Rocky, que ganó tres Oscar, entre ellos mejor película y mejor dirección.
    P.

    ResponderEliminar
  8. Qué envidia, estar allí, en Hell´s Kitchen.

    Se me está quedando ciega la perra. Ha sido todo rapidísimo, cuestión de dos días. Si esto sigue así mañana no verá nada. No quiere quedarse sola, araña la puerta para que la abra. Tiene miedo.

    M.A.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pobrecita. ¿Cataratas? La mía veía bastante mal cuando murió, sobre todo con poca luz. De vez en cuando chocaba con algún objeto.
      P.

      Eliminar
  9. Mi novela preferida es "El mundo según Garp".
    vinyoles

    ResponderEliminar
  10. Muy buen artículo Sarapo.
    Este gobierno nuestro parece que tiene una auténtica obsesión por judicializar, penalizarlo todo. Es un gobierno de represores, carceleros, recortadores de las libertades. Eso sí: nunca para los suyos. Cada vez me dan más asco.
    P.

    ResponderEliminar
  11. Enhorabuena por ese viaje.

    Pero cuando cuando un político le dice a un grupo de gente que lo necesita, no es que esté siendo humilde. Es que quiere halagarlo y engatusarlo.

    ¿Y qué tal Central Park? ¿Viste a Woody Allen haciendo footing? :)
    Aunque no sea nada original lo que me más me impresionó de NY fueron las vista de los rascascielos desde el EmpireState. Lo nunca visto.

    Un paisaje que también me impresionó mucho lo vi en la sierra de Madrid. Lo llaman mar de nubes y consiste en ver la nubes desde arriba, casi como se ven desde los aviones pero desde la tierra. Pero con una particularidad. Podíamos ver las dos zonas. La zona del mar de nubes desde arriba llenas de sol y la parte de debajo de las nubes en sombra. Impresionante. Lo vi subiendo a un monte del que no recuerdo el nombre.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Discrepo contigo: las mejores vistas de NY se ven desde las azoteas del Top of the Rock, es decir, el edificio del Rockefeller Center. Entre otras cosas porque puedes ver el Empire State.
      P.

      Eliminar
  12. Ancelotti: "El Madrid no es sólo equipo, es una religión mundial"
    Y Sarapo su profeta en Asturias.

    ResponderEliminar


  13. Buen libro, Vinyoles. Yo no se cuál es mi novela favorita. Me gustaron muchas. Las que más releí durante la infancia, quizás: La isla del tesoro, Viaje al centro de la Tierra o Los quinientos millones de la Begun, probablemente el primer steampunk de la literatura de ficción.
    P.

    ResponderEliminar
  14. Efectivamente, Anónimo, aquí al igual que en las novelas de misterio, el psiquiatra es el sospechoso. De mañana, tenemos a un doctor Jekill, perdón, un doctor Jota Jota, que nos brinda habitualmente unos brillantes comentarios de los que todos, o casi todos, disfrutamos, mas llegada la noche va transmutándose en mister Hyde, perdón, mr. Sarapo, un forofo, un fanático, un ultrasur norteño entregado a un hooliganismo incomprensible que se empeña en desmantelar todo lo bueno que Doc va tejiendo día a día.
    Afortunadamente, como en la ficción, el día siempre se impone sobre las tinieblas y al final sale ganador Jota Jota.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajajaja¡¡¡ Totalmente de acuerdo. Menos en la valía de los comentarios matutinos, en todo

      Eliminar
  15. Si no recuerdo mal al Top of the Rock subimos de noche, para tener las dos visiones, de día y de noche. Pero creo que me impresionó más la visión diurna, que fue la primera.

    No recuerdo la imagen del Empire State desde el Roquefeller Center.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues está justo enfrente, claro. Será que de noche el Empire State está apagado. Nosotros subimos justo antes del crepúsculo, y contemplamos una puesta de sol de las que recuerdas toda la vida. Y eso que yo había perdido mis gafas de lejos, como dice Sabina, en el MOMA.
      P.

      Eliminar
  16. Catalino sí que tiene mano. Banville Premio Príncipe¡¡¡

    ResponderEliminar
  17. Aprovecho, antes de que la pócima haga su efecto, para preguntar al buen Doc por algún garito virtual donde un profano (de ciencias y fe positivista) pueda ilustrarse sobre cuestiones de psique, crimen, responsabilidad, respuesta penal y/o terapeutica, etc.
    Ya le avanzo que me cae bien Lombroso y que en mi panteón literario destaca William Golding, por si tiene a bien recetarme algo.
    Saludos,
    CaptAchab

    ResponderEliminar
  18. En Lisboa.

    ye bonito. Mas la vida del viajero es infernal. Es mejor quedarse siempre en un solo lugar y no albergar esperanzas de mundanidad. Viajar es de subnormales. Fuerzas tu vida para que parezca aceptable pero solo consigues cansarte de ti mismo mientras subes y bajas escaleras en busca de miradores que nunca mas volveras a visitar. Lo mejor, la revista del Benfica. Se llama Mistica. No hay palabra mas bonita.

    BT

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hombre el estadio a A Luz, tampoco está mal. Ni el Adamascor, ¿Has ido al Adamascor?

      Eliminar
  19. A mí lo de Vicente Verdú me parece una chorrada. ¡Qué endiosados tiene alguna gente los libros!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vicente Verdú es el padre intelectual de media España. Solo que les pasa como con UPD que la gente es de Rosa Díez pero no lo saben.

      Eliminar
  20. Aprovecho para contarles que he terminado El héroe discreto del conspicuo Vargas Llosa. Es una novela ligera, más en la línea de Elogio de la madrastra o Pantaleón y las visitadoras que de Conversación en La Catedral o La fiesta del Chivo. Es muy entretenida, el tono es vivaz, los diálogos muy buenos y su manejo del vocabulario como siempre sobresaliente, che gua.

    Ahora me dedico a un "un agitado juego de niños, ideal para pasar el rato; o para matar el tiempo" de Michael Connelly. Exactamente igual que que si leyese a Cervantes.

    ResponderEliminar
  21. La mujer de Tito prohibió Guardiola ir al entierro de su marido.



    Puto Mourinho¡¡¡

    ResponderEliminar
  22. Jota Jota es por el ramalazo a Jorge Javier, ¿no?

    ResponderEliminar
  23. Censuran El Jueves. Es volver a la adolescencia. Si no fuera porque son igual de gilipollas y la vida es muy corta para andar en tonterías me hacía independentista. Qué cansancio.

    Sí, P, cataratas por diabetes. 9 años y medio viniendo a recibirme a la puerta, y siendo la única que siempre se alegraba de verme (las otras pues depende)… Se me cae el alma al suelo verla chocar con los muebles.

    ResponderEliminar
  24. Pobre. En fin. Es ley de vida. No será una cocker... Tienen tendencia a la diabetes y a las cataratas.
    P.

    ResponderEliminar

  25. La nuestra era una cocker, un pedazo pan con patas. Nunca vi un perrín más cariñoso y bueno.
    P.

    ResponderEliminar
  26. Anda, que cómo se ponen los culers con el bocazas de Piquer.
    P.

    ResponderEliminar
  27. he estado en da luz esta manhana. Una chica muy amable me lo ensenyo todo. ahora entiendo a mi padre hace 44 anyos y medio. fue al viejo da luz, que estaba justo al lado del nuevo, pero nunca llego.

    BT

    ResponderEliminar
  28. deduzco que el adamastor es el mirador de Santa catarina, que es donde se ha rodado la pelicula "tren nocturno a Lisboa". esta muy chulo. en general todos los miradores son muy molones. esta misma tarde hemos descubierto el del jardin de Torel que ye la hostia.

    BT

    ResponderEliminar