Entre la adelfa y el baobab (y III)

Bergamo, daría mi reino por vivir en una ciudad como Bergamo. Aunque ya, de poder elegir, lo ideal sería una buena casita en Verona, que es ciudad en alto con río al lado, el Adigio, bien encauzado y de aguas verde esmeralda. A Verona hemos llegado por indicación de José Plá, que la considera la mejor de las ciudades de segunda línea de Italia. Y no falla el tacaño ampurdanés en su juicio. Es villa hermosísima, luminosa y alegre, que ha sabido adaptarse al siglo XXI y a un bullicioso turismo que brilla casi mas que en ninguna otra parte de esta región al rebufo del balcón de Romeo y Julieta, del falso balcón donde nunca vivió una inexistente Julieta. Este es uno de los grandes fraudes turísticos de Italia. El otro, aún mas doloroso, es decir que en Parma hay una cartuja que inspiró la novela de Stendhal. En Parma no hay apenas nada que huela a Stendhal que se lo hizo casi todo en Brescia. Así que no se entiende porqué tanto cuento con el jodido viento ligero en Parma. Ya metidos en la Romaña llegamos con ansiedad a Bolonia, la ciudad roja, la cittá rossa. El emblema de la socialdemocracia y la izquierda italiana. Y ciudad roja, también, porque muchos de sus edificios están hechos de ladrillo rojo. En esto recuerda mucho a Birmingham, la ciudad fabril donde vi a España ganar un mundial de fútbol. El ladrillo, como todo en exceso, es un problema. Bolonia es una ciudad impresionante, monumental por doquiera. Tiene 44 kilómetros de soportales por los que caminar sin tregua al resguardo ora del sol ora de la lluvia. Cuenta el señor J. Plá que Bolonia fue la ciudad mas divertida de Italia en siglo XIX. Y le creemos, ante tanto palazzo, tanta casona, tanto museo y tanta arquitectura religiosa. Pero yo creo que no sería capaz de vivir en Bolonia, agobiado por el peso del rojo púrpura. Y es que del esplendor del XIX le queda la raspa. Bolonia, en su perfección cerámica, tiene algo de decorado de cine, de idea babilónica, de plató de película de época. Por ejemplo, Novecento, la peliculona. Emilia Romaña, la tierra de Edmondo D´amicis, el de Sangre Romañola y De los Apeninos a los Andes, es a fecha de hoy, una de las regiones de mas calidad de vida de Europa apoyado en unos formidables servicios públicos. Firme señal de que la socialdemocracia italiana que emergió de la herrumbre del comunismo ha sido capaz de confirmar un estilo de vida sólido, digno y viable.






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Esta cosa de este otro chico Pla, Albert. Pues me parece bien que se sancione el insulto. En todo lugar y hora. Yo le hubiese dejado seguir a sus anchas. Y que le devolviesen el eructo las olas. De todas formas, pocos desatinos podrán superar esa innoble manía de prohibir ¡las fotos de toreros tuertos¡ ¡La nueva moda en Barcelona¡ Definitivamente, hemos llegado a malherir los sentimientos, que no son, precisamente, de goma.





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31 Responses to “Entre la adelfa y el baobab (y III)”

  1. Bolonia la gorda. ¿Plá no decía nada de los bolonios, y sus cubiertos de plata?

    M.A.

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  2. Coño, no había leído a Pla sin acento Albert.
    No veo el insulto.

    -¿Ve las manifestaciones como una válvula de escape que el sistema deja a los millones de agobiados y cabreados que andan por ahí?

    -Las veo como una forma de protesta ciudana totalmente ineficaz. Y no porque lo diga yo, sino que tengo pruebas. Quiero decir que no he visto manifestación que cumpla sus objetivos, vaya.

    -Tanto como ninguna.

    -Bueno, sí, es verdad. Este fin de semana, en Cataluña, hubo una manifestación de treinta mil tíos que llenaron la plaza de Cataluña, y parece que todos los periódicos de España dicen que los catalanes quieren ser españoles. En este caso, por ejemplo, ha funcionado.

    -Alguna vez ha declarado, cuando hizo "Manifestación" en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, que las manifestaciones pacíficas no cambian las cosas, que es lo que acaba de decir. ¿No hay posibilidad de transformar las cosas desde la protesta cívica?

    -No sé si yo he dicho eso, pero está claro que es verdad. Parece que una manifestación pacífica no va a ningún lado.
    -¿Le molesta que le llamen agitador, provocador y otros calificativos por el estilo o ya está curado de espanto?

    -Nunca me ha molestado. Es algo que, más bien, me deja indiferente. No, no, al contrario. Faltaría más que la gente no pudiera dar su opinión sobre una cosa que yo hago pública.

    -Antes se refería a la manifestación del pasado día 12 en la plaza de Cataluña, en Barcelona. ¿Usted es partidario de la independencia catalana?

    -¿Si estoy a favor de la independencia de Cataluña? Claro que estoy a favor, ¿quién quiere ser español?

    -¿No ve que haya otras posibilidades de convivencia al margen de la secesión?

    -No, a mí siempre me ha dado asco ser español, como espero que a todo el mundo. Me gustaría que los catalanes fuéramos independientes y que en Gijón se estudiara el catalán por cojones, igual que nos pasa a nosotros ahora.

    -¿Qué razones se le ocurren para que el público vaya a ver "Manifestación" al teatro Jovellanos y no a cualquiera de las manifestaciones que se pueden convocar ese día y a esa hora?

    -Bueno, que no hay fútbol.

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  3. Quién cojones es Albert Pla?

    Terreiro

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  4. De ahí viene todo, de creer que es un Salvador Sostres cualquiera. Y no.

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  5. Dios mío, Albert Pla y Estopa en un mismo plano, mi salud cardiovascular ya se resiente.

    Terreiro

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  6. M.A, he visto el anuncio de Nutella. Es bonito.

    BT

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  7. Lo que pasa es que tal como están las cosas si a un cantante madrileño, o de cualquier otro lugar, se le ocurriera decir -nunca pasará- que le daría asco ser catalán, la tendría liada. Si eres Albert Pla eres progre por decir eso. Si eres de otro lugar, eres un fascista. A este punto hemos llegado.
    P.

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  8. Dicho esto, a mí no me gustaría ser catalán. Tendría que engordar, dejarme flequillo y ponerme gafas de patillas de colores, además de tener que vestir como un murciano de principios del siglo pasado: todo negro.
    P.

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  9. Progre se ha convertido en un insulto, más que en una definición. A mí no me parece importante lo de Albert, ni las tetas en el Congreso; debo ser muy raro porque mira que se ha escrito sobre ello. Llevo unos años sintiendo asco de ser español, no sé el porqué debería sentirme distinto siendo barcelonés. Lo último, la censura de esa foto. No pueden ser más patéticos.

    No soy muy dado a excesos ni decesos patrióticos. ¿Orgullo por ser español? Cuando los partidarios de Pinochet quemaban mi bandera junto a la Union Jack.

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  10. Sentir orgullo por haber nacido en algún sitio es de subnormales.
    P.

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  11. Sentirse orgulloso por cualquier cosa es de subnormales.

    Art

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  12. Por nacer sí. No sentirlo por lo que hace tu país o deja de hacer también es de subnormales. A ver si ahora va a ser igual ser francés que tiroles, no te jode.

    Pongan los acentos mentalmente.

    M.A.

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  13. Pues depende si el tirolés es austriaco o italiano.
    P.

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  14. En Foro y PP de Gijón no pueden ser más tontos. A la altura de Albert Pla. A la misma.
    Meca.

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  15. Dicen independientes. Infelices. Prubinos.
    Meca.

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  16. Por lo menos los vascos, o escoceses, conservan ese poso ancestral, o como dicen ahora atávico, que me los disculpa un pelín. Pero los catalanes de la independencia van de avanzadilla, de guays, y son lo más carca que existe.
    Meca

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  17. Si, si, guays. Me parto: Pimentel reconoce ser el padre del hijo de Sánchez-Camacho. Ella había dicho que era de inseminación artificial. A ver si también en hijo de la Cospedal va a tener por ahí un padre que aparece en el último momento. Vaya panda de hipócritas que están hechos.
    P.

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  18. Bergamo, cuatro casas viejas y un río.

    BT

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  19. Los valencianos los más cuerdos. Me parto el ojal.

    BT

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  20. Creo que Pimentel donó a petición de Alicia. Un poco como en aquella peli de Woody Allen donde le pedían al amigo íntimo que fue el donante de Diane Keaton...

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  21. A mí una asociación de mujeres, que me conoce bien, me ha pedido que done todo mi esperma. Quieren asegurarse que no tenga hijos.

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  22. Sarapo, entre en la web del VCF y busque el Tour Mestalla. Es espectacular.

    BT

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  23. Donar, donaría el semen, pero antes debió de haber denodados esfuerzos mediante coyunda. Una no le pide a su jefe así como así que le dé unos centímetros cúbicos de semen que le sobren para hornear un bebé...
    P.

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  24. Había una cosa de Blanca Andreu que se llamaba la niña que se fue a vivir a un Chagal.

    Estoy volviendo a tratar con mis hermanos debido a los asuntos con mis padres y desde hace unos días yo soy el tipo que se fue a vivir a una película de Ingmar Bergman. Qué atmósfera más asfixiante.
    Lo que no sé es si mi papel es el de Liv Ullman, el de Ingrid Bergman o el de aquel tipo de la barba que trabajaba con Bergman.

    Por un lado me parece apasionante pero por otro lado estoy hasta los cojones.

    Creo que voy a pedir ayuda a Terreiro (por eso de que sabe mucho de cine). Quizás él sepa cómo salir de aquí.

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  25. Loia, esa imagen que sugieres es poderosa. Yo no llego a Bergman pero sí que todo es un proceso de extrañamiento, si..

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  26. Hubo una época en la que yo vivía en una película de Almodóvar.
    P.

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