Los que pisan con absoluta seguridad, como decía el clásico. Los de la cara del que sabe. Puedes verlos de soslayo casi cada fin de semana entre alguna entrevista de algún dominical subvencionado. Son un ejemplo de ascetismo, de austeridad, de equidistancia bien programada. Nada que ver con bárcenas ni con correas, ni con nadie de esa calaña. Ellos comen siempre en casa y, a lo sumo, esquían en Baqueira o se compran con sus ahorros una casa con panera para los fines de semana. Porque todo lo que hacen lo hacen por los demás, nunca por dinero, ominosa palabra. Les das la vuelta y no les cae ni una peseta del bolsillo, afirma el gentío entusiasta. ¡Ojalá pudieras escuchar algún día el runrún de sus almas! Su pasión desmedida y babeante por el poder, por el control de todo lo que circula y se menea. ¡Lo que no darían por controlar el mundo como se hacía en la República Democrática Alemana...! Porque, en su imaginario juvenil, se confundieron de Alemania. Y es que lo que mas les pone es escuchar al vecino mientras folla en el otro lado de la cama. Rijosos. Torquemadas. Fachas. Será culpa de Chirbes si nadie escribe la gran novela sobre la fibra nerviosa y el músculo del mesopoder político en España.
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Y luego, en el ínterin, aparece un personaje clásico: el de la chica lista que nunca hizo nada pero que nos salió apañada. La puticantana que trafica enseñando un cuarto de pezón ardiendo y media teta blanqueada. Y que te habla, sin mirarte, a la entrepierna con voz de niña abandonada...Su rostro ajado y coloreado informa que hace ya mucho tiempo que perdió la inocencia. Pero siempre hay algún bobo que se engancha en la lazada.
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Entre los grandes lamentos de las marchas blancas contra la privatización del malvado Lasquetty estaba el que "construyen hospitales para dárselos a los amigos". Bien, no dudo que ahí llegaba el agua hasta muy alto. Pero para nada desmerece al Gran Lasquetty la decapitación sanitaria de casi todas las provincias limítrofes con Madrid. Y sobre todo, el despiece de la excelente red asistencial que urdió Castilla La Mancha. Para favorecer ¿ a quienes? Es que no me sale la palabra...
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Un Gobierno donde el 25 % de los ministros son del Opus Dei. No os extrañéis de que todo se quede en Casa, miarmas....
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Y se nos murió Soledad "Solita", mujer sofisticada e inaccesible de mi adolescencia. Cuando mis 16 años parecían 24 en ellas. No la volví a ver jamás desde que me fui de casa. Aquel día, me regaló una foto suya, bellísima y dedicada, donde posaba entre gorgueras adam ant y con una letra indescifrable venía a decir que no había nada peor que las mujeres que se creen irresistibles. Si acaso, los hombres que se creen inteligentes. No les miento si les digo que durante algún tiempo, en mitad de la noche, venía a buscarme y me llamaba...
Buenos días y buena suerte
ResponderEliminarNo sé qué decir, no me he enterado de mucho. Si acaso que, alguna vez y de más joven, fui el bobo del ínterin. Siempre fui de ciencias y de tetas.
ResponderEliminarEso de las mujeres que te hablan sin mirarte la entrepierna me ha dejado flipao.
http://www.youtube.com/watch?v=EU69YiyF938
ResponderEliminarRetomo la lectura de "Bloody Miami", se va dejando leer.
ResponderEliminarMe encuentro con estas líneas.Norman Lewis, un psiquiatra de prestigio, se dirige a una urbanización de lujo con su novia, Magdalena. Al ver una fila de entrada para personal "de servicio" hablan de Sarapo:
"-Muy bien, dijo Magdalena, ¿y entonces tú, qué? Si tuvieras que hacer una visita a domicilio en Fisher Island, ¿te pondrías en esa fila?
-Nunca he oído que un psiquiatra hiciera consultas a domicilio - repuso Noman-, pero no es completamente imposible."
ch
Sarapo, no sé si podrás hacer algo. Para comprar Jot Down hay que desplazarse a Oviedo, Gijón o La Felguera. En fnac tienen números retrasados. Deberían hacerlo más fácil, sobre todo considerando que su articulista estrella es de por aquí.
ResponderEliminarNo quiero suscribirme.
ch
Chema, noto cierta ironía en lo de "articulista estrella" ¿o es que me proyecto y la ironía la pongo yo?
EliminarDe haber tenido el sentido posesivo de MIS libros en otros quehaceres de la vida estaría ahora escribiendo un diario desde Villabona: “Las maté porque eran mías”, o cosa parecida. No podía creer ni perdonar que, en una de nuestras escasas mudanzas, mi madre olvidara los libros de EGB. Por no hablar del extraño caso en que me advertí casi a punto de negarle la palabra a aquella novia de 1,78 y estampa de otro tiempo (me devolvió a Montanelli tras meterlo en la lavadora). He dicho casi. Allí empecé a cuestionarme el raro prestigio del florentino. Pues bien, ya ni leo, y la impresión es demoledora: no lo echo de menos.
ResponderEliminarEstoy con Tierra desacostumbrada. ¿Leísteis En la orilla?
M.A.
No acabé "En la orilla". Muy malo. Ya tengo dicho aquí que Chirbes quiere ser el Umbral del Levante, pero no le sale.
ResponderEliminarch
Tampoco sabía como meterle mano al post. Uno es de escote y letras.
ResponderEliminarMi padre zanjaba lo del ínterin con un rotundo no conduce a ningún lado…
En la librería de ficción dejo en su sitio los libros de relatos cortos; el resto al Rastro o para alguna joven que me los compra a igual precio.
Estoy con Pecados sin cuento y De mujeres con hombres.
estoy con petirrojo. no digo mas. echaoalmonte.
ResponderEliminarYo tampoco entendí nada del post.
ResponderEliminarNo creo que ninguna mujer mire el paquete.
Pero a lo mejor yo soy ingenuo en eso.
Ja Ja.
EliminarSi trafica con ... y te habla mirando la entrepierna eso quiere decir: ¡No es para ti, capullo!
¡Pírate que la tienes corta!
No te habla mirándote a la entrepierna, sino que te habla a la entrepierna, sin mirarte. Que no es lo mismo.
Eliminarp.
Te contesto al final, vale?
EliminarHablando de relatos cortos: el que da título al libro, Tierra desacostumbrada, es magnífico.
ResponderEliminarGracias, ch.
M.A.
Acabo de ver el último capítulo de Breaking Bad.
ResponderEliminarLo he pasado muy bien. Especialmente en las últimas temporadas.
Ahora voy a leer el artículo sobre el final que aparece en Jot Down.
A mí no me ha gustado mucho.
Iba a comentar algo pero no lo haré. No quiero hacerle un spoiler a nadie.
"Hablando de relatos cortos: el que da título al libro, Tierra desacostumbrada, es magnífico."
ResponderEliminarDoy fe.
Y que te habla, sin mirarte, a la entrepierna con voz de niña abandonada...
ResponderEliminarHay voces masculinas que hablan a la vagina femenina, sin mirarla ni citarla...
Ellas dirán...
Fin de ciclo del Barsa de Basket. E inicio de la ciclogénesis explosiva en La Masía¡¡¡
ResponderEliminarNieva en Pajares. Ojo, alerta naranja, porque pueden alcanzarse hasta 5 cms...
ResponderEliminarPor envidia hacia sarapo hemos comido calsots en León, en Villoria de Orbigo. Somos así de frikis.
ResponderEliminarEn el reguero moro¡¡¡ que buen sitioo. Foca, no perdonas una¡¡
EliminarMe consuela no ser la única que no se enteró de nada: críptico, críptico.
ResponderEliminarTampoco entiendo a MA: dice que ya ni lee, que no lo echa de menos, pero "está" con Tierra descostumbrada (que por cierto me gustó mucho).
Yo "estoy" con London, NW en papel y La Regenta en digital. Muy buenas las dos.
Respecto a lo de hablar sin mirar a la entrepierna: si te dicen "Voy ponete mirando pa la Cuenca", te miren donde te miren la única duda posible es si la Cuenca es la del Caudal o la del Nalón.
ResponderEliminarPintada en un centro de Atención Psiquiátrica de La Latina, esta mañana: "la psiquiatría no tiene base científica". A la vuelta ya habían tapado la pintada. Había allí un operario del Ayuntamiento rematando la faena.
ResponderEliminarP.
¿Y si hubiesen puesto alguna parte de la psiquiatría no tiene base científica?
ResponderEliminarch
Me parece bien que se encalen ciertas pintadas.
ResponderEliminarYo he escrito: que te hablan, sin mirarte, a la entrepierna.
ResponderEliminarPues eso, que te hablan a la entrepierna. Sin mirarte.
EliminarP.
Al Valencia de Pizzi le van a faltar partidos. Pena.
ResponderEliminarPero lo digo hoy. El 14 de mayo estaremos en Torino. Habrá Torinazo. Juve-Valencia.
BT
Ganar la final en Torino es ganar la final en nuestra capital metafísica.
ResponderEliminarBT
Lo que escribe Sarapo se entiende perfectamente. Yo lo entiendo.
ResponderEliminarLo que escribo yo no se entiende.
Segundo intento. Con ejemplo. A ver.
¿Usted no se ha cruzado nunca con una chica que enseña "un cuarto de pezón ardiendo y media teta blanqueada" ( o simplemente tiene una buen par muy visibles) y se ha quedado mirando ahí con poco recato?
-No. (no siga leyendo)
-Sí. (continúe)
Imagínese que a la que expone no le hace ninguna gracia y le quiere dar una lección. (Se lo he oído decir a alguna y lo he visto hacer)
Se pone, con la misma falta de recato, a mirar su paquete. Interpreto que le está mandando a la m.
Eso trataba de decir.
Yo estoy siguiendo el duelo al sol entre Simancas y Jabois.
ResponderEliminarch
Sarapo, tienes razón. Lo has escrito bien, es un problema mío de lectura; de mala lectura. Lo de los hombres que susurraban a las vaginas, eso sí, eso sí que lo entendí a la primera.
ResponderEliminarana, quería decir que ya no es como antes. Ni con la frecuencia, ni con la intensidad, ni aquella obsesión enfermiza. Y no estoy hablando de… esto, bueno, la cuestión, del asunto, claro… Buf, qué complicado es todo. Usted ya me entiende.
ResponderEliminarHe de decir que a mí el artículo de Jabois me pareció durísimo, de los más duros que le recordaba. Sin esa empatía tan suya por los perdedores: Es dificil no reparar en Simancas en el Congreso. El cuerpo encogido como un viejo acordeón, el pelo cano. La mirada invadida por el pasado, quieta en una luz desde donde se mide todo lo demás: cada día un poco más débil, cada día un poco más lejos. Parece uno de esos guionistas de Hollywood que un día sonaron para escribir Casablanca y ahora matan el tiempo deambulando por los pasillos sin conseguir sacarse el polvo de aquel derrumbe;. Pero Jabois tiene razón: Simancas no sabe leer. Nada grave, me acaba de pasar a mí con Sarapo. Lo malo es que si te lanzas a una guerra, y no estás entre amigos, hay que leer antes tres veces y documentarse diez. Y eso es peor: demuestra falta de inteligencia.
ResponderEliminarHostia, me costó, pero al final lo he conseguido:
Una película asquerosa: El lobo de Wall Street.
No he visto película más larga y más cargada de antivalores. Todo es excesivo donde se abusa en todo momento de las drogas de todo tipo, de la violencia más obscena, del maltrato de género, de un sexo chabacanizado, prostitución, del abuso de poder, del engaño y fraude continuos como valores, del escaqueo de las obligaciones ciudadanas, del timo… en definitiva una película realmente asquerosa, sin valor alguno.
En definitiva, les recomiendo no vayan a verla. Asquerosa.
Iñaki Anasagasti
Se ve que Anasagasi no entendió la película.
ResponderEliminarP.
Para una lagartija del sureste hoy es un día especial. Medio palmo de nieve en el pueblo.
ResponderEliminarCat. Gracias por la aclaracion. Ahora se entiende lo de la entrepierna.
ResponderEliminarYo estoy siguiendo el duelo al sol entre Borrell y Sala i Martin.
ResponderEliminarM.A.
Extraordinaria la última de Polanski. Sencillamente extraordinaria.
ResponderEliminarA mi Chirbes me encanta y En la orilla me parece mejor que Crematorio.
Terreiro
La Mareona, gorda y roxa, inunda Coruña. Y las fieras han sufrido un lavado de cerebro: son del Depor. Vaya ambientazo. Hoteles y restaurantes llenos, gaitas, viento y lluvia. Cerveza y vino. Somos celtas. O celtíberos. Puxa Sporting.
ResponderEliminarA ver, no tergiversemos. Hasta donde yo sé las fieras son del MadriZ... el resto son complementos....Yo soy del Oviedo, como Foca
ResponderEliminarMadriz, Depor, Muros y Avilés, para ser exactos.
ResponderEliminarEstá bien ser del Muros, en unos meses cumplirá su primera década.
ResponderEliminarUn derbi Muros-Arenesco es lo que yo quiero ver.
ResponderEliminarPobre Sabela. Tendrá que celebrar los goles del Pootiiinnnnn en silencio.
ResponderEliminarEse remate en plancha del portero del Depor en el minuto 50... no tiene precio.
ResponderEliminarMinuto 50 de la segunda parte, o sea 95 de partido.
ResponderEliminarFin de ciclo del Muros.
ResponderEliminarDe pequeño no me gustaban los equipos que acababan en -ing, como el Sporting o el Racing, o con nombres raros, como el Athletic o el Recreativo. Me gustaban los equipos con la palabra Real: me parecían más importantes, más elegantes, como el Real Madrid, o la Real Sociedad, o el Real Oviedo, pero no era por monárquico, que en mi casa nos reíamos del rey. Tapoco me gustaban las camisetas con franjas rojas, lo que excluia nuevamente al Sporting, al Atlético y al Athletic. El uniforme del Barca me horrorizaba, sobre todo porque el sudor de los jugadores fundía aquellas franjas como cuando mezclas plastilina y queda un color indefinible.
ResponderEliminarP.
¡Anda que el penalti! Los murcianos entienden que al fútbol se juega sin brazos, cualquier día Sánchez Martínez llega al estadio con Leatherface y lo planta a la salida de vestuarios: Tú vete haciendo mientras yo miro los tacos.
ResponderEliminarY el fuera de juego. Y cuatro tarjetas. Y el 95… Menos mal que paso de ese juego de...
M.A.
Al Sporting le roban mas que a los japoneses. Cierto que el pasado fin de semana, metieron un gol tras meter antes al portero rival en la portería de un empujón.
ResponderEliminarFelicidades, Cat.
ResponderEliminarTerreiro
Gracias, Terre. Entro en la década prodigiosa.
ResponderEliminarFelicidades, amigo.
ResponderEliminarch
Eso hay que celebrarlo Cat, ¡chin chin! Felicidades.
ResponderEliminarPues sí. Con la tarjeta dorada. Gracias.
ResponderEliminarQuerido Hambruna, o miente o se equivoca. El único miembro del Opus Del del Gobierno es Fernandez Diez. Del resto, católicos practicantes son Bañez, Ruiz-Galllardon, y tengo dudas sobre Soria y Pastor. Del resto, catolicismo muy light (Rajoy, Arias Cañete, Morenes...) o directamente agnósticos (Sáenz de Santamaría, Montoro, Margallo, Wert...). Y de esto se más que todas las redacciones periodísticas españolas juntas.
ResponderEliminarMuchas felicidades.
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